1. Limpieza: El primer paso para una rutina saludable.

El limpiador es clave para eliminar impurezas, exceso de grasa y residuos de maquillaje. Sin una limpieza adecuada, los poros pueden obstruirse y causar brotes.

Busca un limpiador adecuado para tu tipo de piel, que puedas usar día y noche.

Lo ideal es hacer una doble limpieza por la noche, pero este es un tema que veras en nuestro siguiente blog más a detalle.

 

2. Hidratación: el secreto de una piel equilibrada.

Muchas personas creen que solo las pieles secas necesitan hidratación, pero la verdad es que todas las pieles, incluso las grasas, la requieren para mantenerse sanas y protegidas.

Busca texturas ideales para tus necesidades, por ejemplo:

  • Piel grasa: texturas ligeras como gel u oil-free.
  • Piel Seca: cremas más densas con ingredientes nutritivos, como ceramidas y ácido hialurónico.
  • Piel Sensible: prefiere productos sin fragancias, ni alcohol.

Tip: Usar un toner, te ayuda a preparar tu piel y que los productos den mejores resultados.

 

3. Protección solar: tu mejor aliado contra el envejecimiento prematuro.

 Si hay un producto que no te puede faltar en tu rutina es el protector solar. El daño solar es la principal causa de envejecimiento, manchas y otros problemas de la piel.

Reaplica cada 2-3 horas si estás al aire libre o frente a pantallas por mucho tiempo.

Las texturas recomendables son: ligero para pieles grasas y más cremosos para pieles secas.

Actualmente existen una infinidad de protectores, escoge uno de amplio espectro y SPF 30 o superior.

 

4. Tratamiento opcional: según las necesidades de tu piel.

Si quieres mejorar problemas específicos como acné, manchas o arrugas, puedes añadir un suero o tratamiento específico después de limpieza y antes de la hidratación.

Por ejemplo sueros o esencias con los siguientes ingredientes:

  • Acné: ácido salicílico o niacinamina.
  • Manchas: vitamina C o ácido Kójico
  • Hidratación extra: ácido hialurónico
  • Antienvejecimiento: retinol.

 

No necesitas una rutina complicada para cuidar tu piel. Con solo 4 paso puedes lograr una piel más sana y luminosa.

 

¡Recuerda que la clave es ser constante!